Imagina el aroma embriagador que se extiende por la casa, el del pan recién horneado, caliente y fragante. Y ahora, visualiza una focaccia alta, suave como una nube por dentro, pero con una costra dorada e irresistible, salpicada de tomates cherry jugosos y aceitunas sabrosas. No es un sueño, es la verdadera Focaccia Barese, la que te hace sentir en casa, incluso si no estás en Apulia.
¿Cuántas veces has intentado hacerla, obteniendo un resultado gomoso, seco o que se endurece después de unas pocas horas? Encontrar la receta auténtica, la que te garantiza la suavidad y el sabor inconfundible de la tradición, puede parecer una empresa. ¡Pero no te preocupes, has llegado al lugar correcto!
Ponte cómodo/a. En esta página no solo encontrarás una lista de ingredientes, sino la guía definitiva, llena de trucos y consejos, para preparar la mejor Focaccia Barese de tu vida. Te revelaré el secreto que la hace tan especial e inimitable: la adición de una patata en la masa. ¡El éxito está garantizado, y tus invitados te pedirán más (y la receta!).
El Secreto de la Verdadera Focaccia Barese: La Patata en la Masa
Este es el corazón de nuestra receta, el toque mágico que distingue la verdadera focaccia barese de todas las demás versiones. La patata, un ingrediente humilde e insospechado, es la clave para obtener una focaccia increíblemente suave, que se mantiene así durante horas, y con una estructura interna (el alveolado) perfecta.
- Suavidad Infalible: El almidón de la patata cocida y machacada, añadido a la masa, une el agua y la libera lentamente durante la cocción y el enfriamiento, manteniendo la focaccia húmeda y suave.
- Levado Perfecto: Ayuda a nutrir la levadura, favoreciendo un levado más vigoroso y una masa más elástica y fácil de trabajar.
- Costra Crujiente: A pesar de la suavidad interna, la patata contribuye a crear esa costra externa dorada y ligeramente crujiente que es el signo distintivo de la focaccia barese.
Es un pequeño secreto transmitido de generación en generación, un consejo que me dio mi abuela apuliana y que hoy comparto contigo para asegurarte un resultado de verdadero maestro panadero.
Ingredientes Inteligentes para una Focaccia Barese de Aplauso
Cada ingrediente tiene su papel fundamental. Elegir los correctos es el primer paso hacia el éxito. No se trata solo de cantidad, sino de calidad y conciencia.
- Harina: Sémola Remolida de Trigo Duro: ¡Esta es la elección auténtica! La sémola remolida le da a la focaccia un color dorado, un aroma intenso y una consistencia más rústica pero al mismo tiempo increíblemente suave. Puedes usarla al 100% o mezclarla con una pequeña parte de harina 00 para una masa más fácil de manejar, especialmente si eres principiante.
- Levadura Fresca de Panadero: Prefiere la fresca, tiene mayor fuerza y un aroma más delicado. Si usas levadura seca, recuerda que se necesita aproximadamente un tercio de la cantidad de la fresca.
- Patata: Una patata de tamaño mediano, de pulpa amarilla, cocida y finamente machacada. ¡Ella es nuestra arma secreta para la suavidad!
- Agua: ¡Tibia, no caliente! El agua demasiado caliente “mata” la levadura. Debe estar apenas tibia, para activarla suavemente.
- Aceite de Oliva Virgen Extra: ¡Aquí no se bromea! Elige un aceite de excelente calidad, posiblemente apuliano. Es un ingrediente clave tanto en la masa como para condimentar la superficie, aportando sabor y crujido.
- Sal: ¡No exageres, pero no la olvides! La sal equilibra los sabores y fortalece la red de gluten.
- Tomates Cherry: Cherry o datterino, pequeños y jugosos. Húndelos bien en la masa antes de hornear.
- Aceitunas: Las aceitunas baresanas (o de Gaeta) son las más indicadas, pero también sirven las taggiasche u otras aceitunas negras deshuesadas, siempre que sean sabrosas.
- Orégano: Un toque final que realza los aromas mediterráneos.
Los 3 Errores que Hacen que la Focaccia sea Dura (y Cómo Evitarlos)
Ser un buen chef también significa aprender de los errores. Aquí están las trampas más comunes y cómo evitarlas para no desperdiciar tiempo e ingredientes preciosos:
- Masa Demasiado Dura o Demasiado Blanda: La hidratación es fundamental. Si la masa es demasiado dura, la focaccia estará seca. Si es demasiado blanda, será difícil de manejar y podría no levar bien. Agrega el agua poco a poco, hasta obtener una masa suave, elástica y ligeramente pegajosa. ¡No tengas miedo de ensuciarte las manos!
- Levado Insuficiente: La prisa es enemiga de una buena focaccia. ¡No reduzcas los tiempos de levado! La masa debe duplicar su volumen, incluso triplicar. Un ambiente cálido y sin corrientes de aire es ideal. Recuerda, la paciencia es tu mejor amiga en la panificación.
- Cocción Incorrecta: Un horno no lo suficientemente caliente o una cocción demasiado corta harán que la focaccia quede pálida y gomosa. Un horno demasiado caliente la quemará por fuera dejándola cruda por dentro. Precalienta el horno a la máxima temperatura y, si es posible, usa una piedra refractaria o una bandeja bien caliente para una cocción uniforme y una base crujiente.
Preparamos Juntos la Focaccia Barese: La Guía Paso a Paso
Ingredientes (para una bandeja de horno estándar, aproximadamente 30x40 cm):
- 500 g de sémola remolida de trigo duro (o 400g sémola + 100g harina 00)
- 1 patata mediana (aproximadamente 150-200g)
- 10 g de levadura fresca de panadero (o 3-4 g de levadura seca)
- 400-450 ml de agua tibia (la cantidad puede variar según la harina)
- 10 g de sal fina
- 20 ml de aceite de oliva virgen extra (más para engrasar la bandeja y condimentar)
- 200 g de tomates cherry o datterino
- 100 g de aceitunas baresanas o negras deshuesadas
- Orégano seco c.s.
- Sal gruesa c.s.
Procedimiento:
- Prepara la Patata: Lava bien la patata, cuécela con la piel hasta que esté tierna (aproximadamente 20-30 minutos desde que hierve). Pélala aún caliente y machácala con un tenedor o un pasapurés hasta obtener un puré sin grumos. Deja que se enfríe.
- Activa la Levadura: En un bol grande (o en la amasadora), disuelve la levadura fresca en unos 100 ml de agua tibia. Agrega una cucharadita de azúcar (opcional, ayuda a la levadura).
- Prepara la Masa: Agrega el puré de patatas tibio a la levadura disuelta. Comienza a añadir la harina poco a poco, alternando con el agua restante. Cuando la masa empiece a tomar forma, agrega la sal y el aceite de oliva virgen extra.
- Trabaja la Masa: Trabaja la masa enérgicamente durante al menos 10-15 minutos a mano (o 7-8 minutos con la amasadora con gancho), hasta que esté suave, elástica y ligeramente pegajosa. No añadas más harina si te parece demasiado pegajosa, ¡es normal para una alta hidratación!
- Primer Levado: Forma una bola, úntala ligeramente con aceite y ponla en un bol grande. Cubre con film transparente o un paño húmedo y deja levar en un lugar cálido (el horno apagado con la luz encendida es perfecto) durante al menos 2-3 horas, o hasta que haya duplicado su volumen.
- Prepara la Bandeja: Unta abundantemente una bandeja de horno con aceite de oliva virgen extra. ¡No seas tacaño/a, el aceite en el fondo crea una costra deliciosa!
- Extiende la Masa: Vuelca delicadamente la masa levada en la bandeja engrasada. Con las manos untadas en aceite, extiéndela suavemente, estirándola hasta cubrir toda la superficie de la bandeja. No la estires demasiado, déjala relajar si opone resistencia.
- Condimenta la Focaccia: Lava y corta por la mitad los tomates cherry. Dispónlos sobre la superficie de la focaccia, hundiéndolos ligeramente con los dedos. Agrega las aceitunas. Espolvorea un poco de sal gruesa y una generosa cantidad de orégano. Finalmente, rocía abundantemente con más aceite de oliva virgen extra.
- Segundo Levado: Cubre nuevamente la bandeja con un paño y deja levar por otros 30-45 minutos, o hasta que la focaccia esté hinchada y esponjosa.
- Cocción: Precalienta el horno estático a la máxima temperatura (220-250°C). Hornea la focaccia en la rejilla más baja durante los primeros 10 minutos, luego muévela al centro y continúa la cocción por otros 15-20 minutos, o hasta que esté bien dorada y crujiente en la superficie y en la base. Si el horno tiene función de vapor, úsala durante los primeros minutos para una corteza aún más fragante.
- Saca del Horno y Disfruta: Saca la focaccia del horno y, si quieres, rocía con un último chorrito de aceite en crudo. Deja que se enfríe ligeramente sobre una rejilla antes de cortarla y servirla. ¡Será un triunfo de sabores y aromas!
Consejos y Preguntas Frecuentes sobre la Focaccia Barese
Aquí tienes algunas respuestas a las dudas más comunes, para asegurarte de no tener nunca sorpresas en la cocina.
¿Puedo usar solo harina 00?
Sí, puedes, pero el resultado no será el mismo. La sémola remolida de trigo duro es fundamental para el sabor y la consistencia auténtica de la focaccia barese. Si usas solo harina 00, la focaccia será más clara y menos rústica, pero igualmente buena. Podría ser necesario ajustar ligeramente la cantidad de agua.
¿Puedo preparar la masa con antelación?
¡Absolutamente sí! Para un levado más lento y un sabor más complejo, puedes preparar la masa la noche anterior, reduciendo la cantidad de levadura (a 2-3g de fresca) y dejándola levar en el frigorífico durante 8-12 horas. Al día siguiente, sácala del frigorífico al menos una hora antes de extenderla, para que vuelva a temperatura ambiente.
¿Cómo conservar la focaccia?
La focaccia barese está en su mejor momento recién horneada o tibia. Si sobra, puedes conservarla a temperatura ambiente, cubierta con un paño limpio, durante un día. Para mantenerla suave por más tiempo, envuélvela en film transparente o en una bolsa de papel. También puedes calentarla ligeramente en el horno antes de servirla.
¿Puedo congelar la focaccia?
¡Claro! Una vez cocida y completamente enfriada, córtala en trozos y envuelve cada trozo individualmente en film transparente y luego en papel de aluminio. Se conserva en el congelador durante 1-2 meses. Para descongelarla, déjala a temperatura ambiente y luego caliéntala en el horno caliente durante unos minutos.
¿Qué otros condimentos puedo usar?
La versión con tomates cherry y aceitunas es la más clásica, ¡pero puedes personalizar tu focaccia! Prueba con cebollas finamente rebanadas, orégano y un chorrito de aceite; o con patatas en rodajas muy finas y romero; o incluso, con calabacines a la parrilla y láminas de Parmigiano. ¡Deja volar tu imaginación!
Tu Obra Maestra Está Lista: ¡Disfruta la Verdadera Focaccia Barese!
¡Listo! Ahora no solo tienes una receta, sino todos los secretos para llevar a la mesa un plato que sabe a hogar, a tradición y a amor. La Focaccia Barese con patatas en la masa es una experiencia sensorial que conquistará a todos, desde el primer bocado.
No tengas miedo de experimentar. La cocina es un gesto de creatividad y generosidad. Pero parte de esta base sólida e infalible, y verás que los aplausos no faltarán. Será el aroma quien te guíe, y el sabor quien recompense cada esfuerzo.
¿Has probado nuestra receta? ¡Estamos muy curiosos por ver tu obra maestra! Deja un comentario aquí abajo, cuéntanos cómo te fue o comparte una foto en Instagram etiquetando a @CercaRecetas. Si te ha encantado esta focaccia, no puedes perderte nuestra receta para los Taralli Apulianos Originales o para un primer plato perfecto como las Orecchiette con Grelos. ¡Buen provecho!